viernes, 9 de febrero de 2018

Destacados roedores ausentes: ardillas, puercoespines y castores en el suroeste ibérico

¿Puercoespines en la península Ibérica? ¿Castores en la cuenca del río Tinto en época musulmana? ¿Hay ó hubo ardillas en el suroeste ibérico? 



Una decena de especies de mamíferos -muchas de ellas de gran porte, enorme valor ecológico y alta carga simbólica para nuestra cultura- parecen haber desaparecido de los montes, bosques, dehesas y campos del suroeste ibérico en los últimos dos milenios. De cinco de ellas (lobo, corzo, cabra montesa, oso y cebro) hablamos ya en este cuaderno de bitácora, en la primera parte del artículo “El ocaso de las grandes bestias”, y a otras dos (el uro o toro salvaje y el tarpán o caballo salvaje) dedicamos la segunda parte de dicho artículo. Nos vamos a ocupar ahora de otras tres especies -roedores todas ellas- cuya presencia histórica y extinción en estas tierras sudoccidentales ibéricas plantea numerosos interrogantes y sorprendentes posibilidades; nos referimos a la ardilla roja, el puercoespín y el castor europeo.

La ardilla roja (Sciurus vulgaris) es un roedor autóctono de la península Ibérica –aunque no exclusivo de ella- que parece haber estado presente hasta hace poco en su cuadrante suroeste, donde no se encuentra en estado silvestre en la actualidad. En efecto, este conocido y vivaracho animal, aunque distribuido por gran parte de la península, está ausente hoy día del sur de Portugal y de las provincias de Huelva, Badajoz, Sevilla y Cádiz, y es muy raro en la de Córdoba. Sin embargo, la ardilla está citada en el siglo XIX en las provincias de Sevilla y Badajoz, concretamente en “los pinares del término de Alanís y otros de la provincia de Sevilla” (Machado y Núñez, 1869) y en el término del municipio pacense de Alange (Villaescusa, 1850), por lo que puede que haya habitado también en otras zonas ecológicamente propicias del suroeste ibérico en tiempos históricos recientes, aunque por ahora no hemos encontrado ninguna otra cita concreta de presencia pasada, ni del posible momento de su extinción, en su caso. Localizar otras referencias documentales, así como indicios en la toponimia (nombres de lugar alusivos a este animal), nos podrían permitir conocer mejor el por ahora enigmático pasado de esta especie en el suroeste de la península Ibérica.


El puercoespín (Hystrix cristata), roedor de buen tamaño y amenazador aspecto por las grandes púas que cubren su dorso, está ausente actualmente de la península Ibérica como especie silvestre (aunque hay algunas citas recientes en el Alentejo portugués de ejemplares escapados de cautividad). Su área de distribución mundial actual comprende amplias áreas del centro y norte de África (incluyendo las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla) y, dentro de Europa, zonas de Italia, Albania y Grecia.


Sin embargo, el puercoespín aparece citado en numerosas obras de los siglos XVIII y XIX como presente en Portugal y España, fundamentalmente en las regiones de Andalucía y Extremadura. Aunque muchas de estas referencias son de carácter muy general e impreciso, algunas concretan incluso localidades -Gibraltar, Montoro (Córdoba) y Trujillo (Cáceres)- o aportan datos muy precisos de presencia y comportamiento. No obstante, varios naturalistas de mediados y finales del siglo XIX pusieron en duda o negaron la presencia de puercoespines en la península en esa época, ante la imposibilidad de encontrar ejemplares o testimonios fiables. Pero, por otro lado, sabemos que se conserva en la actualidad en la Universidad de Santiago de Compostela un ejemplar disecado de puercoespín, adquirido en 1857 y etiquetado como procedente de Andalucía; y también hay referencia en una publicación científica británica de 1862 a un cráneo de esta especie, procedente de Portugal y conservado entonces en el British Museum de Londres, aunque desconocemos si sigue estando allí. 


Todo lo anterior nos inclina a pensar que el puercoespín pudo estar presente en la península Ibérica en estado silvestre en los siglos XVIII y XIX, como especie introducida, naturalizada y posteriormente extinguida a lo largo del XIX, ya que no aparece en las obras zoológicas del siglo XX referidas a esta área.


La presencia del castor europeo (Castor fiber) en tiempos pasados en la península Ibérica puede resultarnos muy extraña, pues suele asociarse este laborioso animal -roedor también, como los anteriores- a latitudes más norteñas. Pero lo cierto es que habitó la península Ibérica en tiempos históricos, hecho constatado con seguridad por restos fósiles (celtibéricos, romanos y altomedievales). Además, hay referencias escritas, más o menos fiables según los casos, de época romana, árabe, moderna, e incluso contemporánea. También se han estudiado varios topónimos (nombres de lugares geográficos) que podrían aludir a la presencia pasada del castor, tanto en España como en Portugal. Los naturalistas de los siglos XIX y XX no lo citan ya como presente en la península Ibérica, pero hay que decir que en la actualidad sí existe en España una población de castor europeo, resultado de una introducción clandestina (al parecer a partir de ejemplares alemanes) en el año 2003, en la cuenca del río Ebro. Esta población de castores es motivo de fuerte controversia entre las autoridades ambientales que la consideran una especie alóctona introducida ilegalmente y que hay que erradicar, y grupos que defienden la no erradicación, por el carácter autóctono de la especie en el pasado. 


Centrándonos en el sur de la península, se han hallado restos fósiles de castores de periodos protohistóricos. Además, quién esto escribe aportó recientemente (Romero Gómez, en prensa) dos posibles referencias documentales a la presencia de castores en época medieval islámica en el suroeste ibérico: una en el área de Niebla (Huelva) y otra en “la zona de Silva en al-Ándalus”, de incierta ubicación, aunque quizás pudiera tratarse del territorio de Silves (Algarve), que en época islámica era denominado Shilb. Ciertamente, estas dos referencias deben ser objeto de un análisis más detallado, pero si fueran válidas, nos encontraríamos ante el sorprendente hecho de la presencia de castores en tiempos medievales en Huelva y en el Algarve portugués.



Pablo José Romero Gómez

Bibliografía:

  • MACHADO Y NUÑEZ, A. (1869). Catálogo metódico y razonado de los mamíferos de Andalucía, clasificados según el sistema del Dr. Enrique Schinz. Imprenta Gironés y Orduña, Sevilla [edición facsímil de Extramuros Edición (2008), Sevilla].
  • ROMERO GÓMEZ, P. J. (en prensa). Fauna extinguida en tiempos históricos en la Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva): Mamíferos. Actas de las XVIII Jornadas del Patrimonio de la Comarca de la Sierra; Puerto Moral, marzo de 2013.
  • ROMERO GÓMEZ, P. J. (2015). Mamíferos extinguidos en Huelva y Badajoz (II). Revista Infonubex, abril-mayo 2015. La versión digital de este artículo puede consultarse aquí.
  • VILLAESCUSA, J. (1850). Monografía de las aguas minerales de Alange. Imprenta Saavedra y cia., Madrid.

Créditos de las imágenes: 
  1. Ardilla roja: By Peter Trimming [CC BY 2.0 (http://creativecommons.org/licenses/by/2.0)], via Wikimedia Commons.
  2. Puercoespín: By Chiswick Chap (Own work) [CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons.
  3. Castor europeo: By Klaudiusz Muchowski [CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)], via Wikimedia Commons. 

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